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Matías Roig Director de Portfolio Personal Inversiones te adelanta las expectativas económicas de la semana

Expectativa por las negociaciones con el FMI - Se pone a prueba el control de cambios - Arranca la campaña... cómo impactará en el mercado? - El dato de inflación ratificará el fin de la desinflación.
Por Minuto24 , en Finanzas , el Lunes 09 de Septiembre de 2019


Mirando el programa financiero 2019 (en concreto, el desembolso del FMI)
 
Todos los análisis de corto, en cuanto a la deuda, se centrarán en si llegará el desembolso del FMI por unos USD 5400 millones (entre fines de septiembre y principios de octubre), que es clave para cerrar las necesidades financieras de lo que resta del año. Aún con el reperfilamiento de las letras de corto plazo, que alivianó los pagos de los próximos meses por unos USD 6.000 millones, la necesidad de este nuevo pago del paquete del organismo y del diciembre (en total unos más de USD 6400 millones) son indispensables para buscar al menos cerrar la brecha existente entre fuentes y uso de lo que resta del programa. Esto incluso deja hasta en un segundo plano el 2020 que está claro ni cerca está de permitir una visión positiva hoy. Las necesidades sumarán en torno a USD 20.000 millones, dentro de un mercado que esperamos se mantendrá cerrado para Argentina. De acá, la importancia de la reestructuración de deuda que se analiza y cobra –sin dudas- racionalidad en este escenario. Las cotizaciones de los bonos son un fiel reflejo de que la necesidad de una renegociación es un hecho, y descuentan una mucho más agresiva que sólo un reperfilamiento sin quita de ningún tipo.


 
Clave: La atención se concentrará en las negociaciones de entre miércoles y jueves del Gobierno y el FMI. Trascendidos apuntan a que se buscará llevar las conversaciones a USA, y no volver acá (luego de la experiencia reciente). La búsqueda de señales de que tan cerca o no está en desembolso será un dato relevante para el mercado en las próximas semanas, y la realidad es que no está claro cuál será la posición del organismo. La realidad es que las metas pasadas se cumplieron, pero la discusión –ante un Gobierno que parece carecer de poder- pasa por el futuro próximo y la, sin dudas, reestructuración del acuerdo que buscará quien gane a fines de octubre.  
 
Poniendo a prueba el control de capitales
 
La semana pasada la atención estuvo centrada en el resultado del control de cambios impuesto el domingo 1 de septiembre. Esto seguirá siendo así en las próximas semanas. Entendemos que gran parte de las medidas económicas y financieras ya están sobre la mesa, pero no se pueden descartar nuevas dada la coyuntura. El monitoreo sobre el dólar y las reservas –objetivo explícito del Gobierno- será diario (ver más abajo). Hubo ciertas buenas señales en las últimas ruedas, ante la desaceleración en la caída de las reservas y la caída en la volatilidad ante una mayor estabilidad del tipo de cambio. Este cerró en $ 55.8 –mostrándose en las pantallas minoristas en niveles de $ 58 - con una caída en la semana del 6%, y sin ampliar durante las últimas ruedas la brecha con otros tipos de cambio de referencia.
 
Clave: Es claro que el control de cambios impuestos apuntó a incrementar la oferta y restringir la demanda en el mercado. Esto llevó a una caída en los negocios, menor volatilidad y fuerte baja en los futuros de ROFEX. La presión bajista en el tipo de cambio oficial podría incrementarse aún esta semana, ante las medidas adoptadas para los exportadores, aunque la fortaleza de la demanda se analizará sobre la brecha de este dólar con otras referencias del mercado. Esta saltó, de forma predecible, desde el lunes cerrando el viernes arriba del 17%. Igualmente y con lógica, antes de los controles está brecha no existía (o era menor al 0.5% promedio), mientras que si nos remontamos al 2011-2015 y luego de la imposición del cepo está fue creciente de entre niveles del 10/20% hasta terminar entre 50/70%. No obstante, medir el éxito de los controles en una semana sería ingenuo. Se deberá estar sobre el dólar y esta brecha en las próximas semanas y su comportamiento ante las señales políticas, la cancelación de pagos de deuda en pesos (el equivalente a unos USD 2500 millones en los próximos meses), y cualquier hecho y/o dato que pueda presionar a una mayor dolarización. Incluso formará parte del monitoreo el comportamiento de los depósitos en pesos, que si bien ha sido bajo -unos $82.000 millones desde las elecciones- puede leerse como potencial presión sobre el TC, lo mismo que los FCI T+0 que suman unos $ 197.000 millones-
 
 
El comportamiento de las variables financieras (clave para la dinámica de la transición)
 
El comportamiento de las variables financieras seguirá siendo clave para la dinámica de la transición. Dejando el seguimiento de los dólares (reservas), depósitos y tasas como relevantes. Todas variables, lógicamente en combinación a los precios de los activos financieros, son muy sensibles a las señales políticas –más quizás de la oposición, que del Gobierno a esta altura-. Es importante acá resaltar algunos datos de la semana pasada. Por un lado, la caída de reservas continúa su proceso de desaceleración, con un total igual que cerró debajo de los USD 51000 millones (USD 50.949 millones). Si miramos desde las PASO tenemos bajas promedio de USD 780 millones diarios, USD 1.030 millones, USD 830 millones y USD 630 millones en la I, II, III, y IV semana, respectivamente. Es importante el análisis de estas en el marco del comportamiento de los depósitos privados en dólares (un factor que explica gran parte de las caídas, en especial, en las últimas ruedas hasta las que hay información oficial). Según los últimos datos del BCRA, hasta el miércoles de la semana pasada los depósitos privados en dólares cayeron USD 8.370 millones desde las primarias -a USD 24.208 millones, o 35% -. Al mismo tiempo, los préstamos en dólares aceleran su descenso. Los bancos buscan mayor liquidez para poder afrontar eventuales salidas de depósitos. De este modo, con la baja de préstamos del miércoles (USD 121 millones), llega a una caída acumulada de USD 1.189 millones desde las PASO, alcanzando el nivel de USD 15.063 millones.
 
 
Clave: Esto en el marco que insistimos, lo que hay es una crisis de confianza, que en el contexto actual no se despejará realmente hasta tanto primero se disipe el tema electoral (y para ello falta más de un mes), y luego se comiencen a conocer señales de política fiscal, financiera y monetaria del próximo Gobierno con sus implementadores (el equipo económico). En este marco, el seguimiento de las reservas será clave, y en consecuencia de los depósitos en USD. Debido a la baja en la necesidad de intervención en el mercado de cambios (ante los controles impuestos), la salida de depósitos en dólares representa la principal fuente de la caída de reservas en los últimos días. Esperamos igual que está se haya desacelerado en los últimos días de la semana pasada. El número que lo confirme debería llegar en las próximas ruedas, y será relevante para el mercado. Esto cuando la atención está puesta (y lo seguirá) en los dólares con los que cuenta el Gobierno.
 
 
Señales políticas y piso para los activos financieros
 
Esta semana comenzará nuevamente la campaña, aunque la atención seguirá principalmente centrada ya no en el oficialismo, sino en la oposición. Fernández volvió de España, y se espera –tarde o temprano- nuevas declaraciones que el mercado tomará para reaccionar. Se esperan reuniones del Gobierno, como de la oposición con la CGT. Desde el Gobierno dijieron que están dispuestos a escuchar los reclamos de la central obrera pero adelantaron que no avalarán la idea de modificar la actual ley de emergencia alimentaria, al menos que el Congreso decida reformarla. La escalada social, en este punto, podrá mantenerse. Ahora bien, en lo que respecta a acciones y bonos (ver el Cierre del viernes). Desde los mínimos del Merval, la recuperación es mayor al 25% en las últimas ruedas; y en los bonos el rebote es entre 25/35%.
 
Clave: La volatilidad de los activos financieros se mantendrá alta, las señales políticas –al igual que el comportamiento del tipo de cambio, y reservas- serán claves para mantener el rebote de corto plazo. El lunes comienza con nuevos rebotes. El monto de negocios en estos será seguido de cerca como dato de fortaleza para la recuperación. Creemos que será relevante que cualquier corrección de corto, que no descartamos en las próximas ruedas, dado el escenario, pueda lograr frenar en niveles por arriba de los mínimos ya alcanzados. Insistimos que en esta coyuntura oportunidades de trading existirán, pero no son para todo tipo de inversor. La posición general sigue siendo de cautela en las estrategias financieras.
 
 
Se terminó el proceso desinflacionario (esperado)
 
Los datos económicos esperados para las próximas semanas, que comenzarán a reflejar números de agosto y expectativas de septiembre, se esperan sean negativos. Esta semana, puntualmente, llegará el dato de inflación (el jueves) de agosto. Sabemos que tras el resultado de las elecciones, y la fuerte devaluación observada durante el último mes, el proceso desinflacionario que se logró alcanzar los meses previos se rompió. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) la inflación de agosto llegó al 4.3%, mientras que la inflación del 2019 será del 55%. Si bien la reducción del IVA en determinados productos contuvo el incremento de los precios y la presión inflacionaria de la primera quincena del mes fue relativamente baja, se puede observar una fuerte suba durante la segunda quincena, que ayudaría a promediar los niveles inflacionarios mencionados.
 
Clave: El dato de inflación de agosto se espera arriba del 4% (como vimos), y bastante más arriba se espera la de septiembre -alcanzando niveles cercanos al 5.8%-. No creemos, salvo que el número sea muy superior al esperado, sorprenda al mercado y tenga impacto sobre los precios. No obstante, en especial, la atención seguirá estando sobre el comportamiento posterior a octubre y ya el 2020. Acá las definiciones de política monetaria del próximo Gobierno serán claves. Igual para ello, por ahora, falta.